martes, 25 de febrero de 2014

Realidad y Ciencia

     Puede hacer perfectamente 10 años que escuché, por voz de otra persona, al ministerio de educación y ciencia decir una frase a la que aún hoy sigo dando vueltas: "método sólo hay uno". Esa afirmación tan categórica figuraba como motivo de la denegación de un proyecto de investigación solicitado al mismo ministerio, por un grupo de trabajo que trataba de abordar el conocimiento de la psicología desde una perspectiva no tan estandarizada de la realidad. Sí, me hizo pensar.

        A día de hoy, los fondos de investigación, o sea, lo que el país decide que se investiga, se otorgan a proyectos que son minuciosamente revisados por el ministerio de ciencia. Duele decirlo así, pero en muchos casos, más allá de la viabilidad del proyecto, priman intereses económicos (cada día más) que cierran la puerta a aquellos proyectos que no tienen una aplicabilidad manifiesta. Los más básicos, que como su nombre indica, pueden ser la base de otros futuros más aplicables se llevan la peor parte en este sistema. Igual que las investigaciones de enfermedades raras. Pero no me quiero ir muy lejos del objeto de este Post. ¿Por qué método sólo hay uno aceptado?.


¿son del ministerio de educación y ciencia?¿Son Neuropsicólogos puros clínicos que no valoran la investigación?... a saber.


Conocer la realidad.

       Si le preguntáramos a Descartes sobre cómo podemos conocer el mundo que nos rodea, nos diría que tuviéramos cuidado con lo que nos dicen nuestros sentidos, que tal vez tuviéramos un genio maligno dentro de nuestra cabeza que tratara de engañarnos. Qué solo podíamos tener certeza de que si pensábamos, existíamos. De la Res cogitans.  Antes, y después de él, la filosofía ha dado vueltas en torno a la idea de si la realidad era o no era lo que nosotros percibíamos. Por ejemplo, el filósofo Jakob von Uexküll nombró Unwelt como aquello que podíamos percibir, o qué cada ser podía conocer del total de la realidad, llamada Umgebung. 

       Esa idea de que sólo podemos conocer una parte de la realidad, encaja con la idea de Humberto Maturana de la objetividad "entre paréntesis y sin paréntesis". Al menos, en resumen, todo lo que percibimos de la realidad está mediado por los sistemas perceptivos de la persona que percibe (objetividad entre paréntesis). Es decir, ahí no hay colores y no hay música, hay longitudes de onda que nuestros ojos transforman. A la pregunta de si cuando un árbol cae hace ruido si no hay nadie, la respuesta es que no. Haría falta un oído que lo percibiera. De esta manera, para la ciencia, la objetividad sin paréntesis no puede ser alcanzada por nosotros.


       Si Maturana nos decía que los sistemas perceptivos ya de por sí alteraban la realidad que percibimos, hay que añadirle el hecho que cada uno le da un significado diferente a eso que percibe. Es más o menos la idea que se desprende de las ideas comentadas por Nelson Goodman en su libro "maneras de hacer mundos". Definitivamente, estamos tremendamente lejos de la "realidad" objetiva. Ni la podemos percibir, ni todos la interpretamos igual. Eso tiene varias implicaciones.


      De la primera implicación que voy a hablar hoy es de lo que eso implica para el método científico. Desde luego hay otras implicaciones, muy basadas en la intersubjetividad y que son parte de esa idea de que ante un mismo hecho, dos personas piensen algo diferente. Pero eso, será en otro post.

El método científico


       La idea de que solo hay un método cobra su sentido en la idea de sistematizar. Y la primera suposición en la que parece basarse esta idea es en que como no podemos conocer la realidad pura y dura, necesitamos algo de lo que no se pueda dudar. Y ese algo, parecen ser las matemáticas. Hay un afán por cuantificarlo todo. Sea lo que sea, se debe de poder traducir a números y entonces, sólo así, parece poderse comparar.


        Por ese motivo, al saber que no podemos conocer la realidad puramente (o eso se indica), la única forma de crear conocimiento "verdadero" parecer ser el hacerlo todo de la misma manera, sistemáticamente. Y es algo que en algunas ramas de las ciencias se puede realizar en cierta medida. Se exige que lo que se logra conocer se pueda reproducir (que siempre ocurra) y que se ponga a prueba continuamente para ver si es cierto o no. Por supuesto experimentar implica un control de todas las variables excepto de aquella que queremos "conocer" para evitar cualquier duda de que lo que se produce, se produce por nuestra acción.

       Sin embargo, este método tan estandarizado, que nos permite ir acumulando el conocimiento experimento a experimento tiene una gran dificultad para ser aplicado a las ciencias sociales. A las ciencias Humanas, se podría decir. No se puede controlar todo. Sin embargo, se trata de hacer. Por eso, necesitamos estudios con un número amplio de sujetos, estudios con un análisis puramente estadístico, donde podamos reducir a número a una persona, a un trastorno, a una función cognitiva. Ése es el problema. Si damos por hecho que la realidad no puede ser conocida porque nuestros sistemas perceptivos la transforman, la realidad que nosotros estudiamos queda mediatizada por los instrumentos que utilizamos para estudiarla, por las transformaciones estadísticas entre otras. Ganamos en comparabilidad, pero perdemos en "realidad".


       Una cosa que, a mi juicio se pierde con un sistema tan rígido, es el peso de la intuición. En muchos casos, las personas que trabajan (trabajamos) con pacientes con daño cerebral, vamos viendo un caso detrás de otro y terminamos por sacar una serie de generalidades, vamos intuyendo ciertas cosas que sí funcionan, y ciertas cosas que no. Vamos intuyendo qué extraños e inverosímiles sucesos acompañan a ciertos trastornos. Pero no tenemos manera alguna de sistematizarlo tan rígidamente. No es fácil que lo que se ve en la clínica pueda entrar en la comunidad científica si no es a través de un estudio que cumpla los estándares científicos. Está claro que necesitamos sistematización para acumular, pero por desgracia, a veces parece que las "cosas" humanas no son tan sistematizables.



       Por último, como crítica al método científico, existen muchas críticas al sistema general de publicaciones científicas. Es lógico, el sistema tan objetivo de publicaciones que tenemos, está dirigido por personas subjetivas, que pueden valorar como importante o no un estudio, que puede considerar que un estudio es o no correcto. Un ejemplo lo tenemos aquí. Criticar al método científico no es fácil pero... ideas como esta hacen que se pueda pensar en que se puede mejorar. Saludos.


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