jueves, 20 de febrero de 2014

Ser bilingüe cura el Alzheimer (Los cerebros bilingües)

     Ser bilingüe cura el alzheimer. Es una expresión que me he cansado de leer y oír decir a más de uno. Da la sensación que si alguien enmarca y cuelga en su casa del certificado del FIRTS, el TOEFL o cualquiera de esas, automaticamente puede considerarse a salvo de una de las enfermedades que más miedo da cuando alcanzamos edades altas. Sin embargo, esta afirmación no deja de ser una  distorsión del mensaje real que se trasmite desde el mundo científico. Como cuando jugamos un grupo de personas a pasarnos un mensaje susurrado en el oído.

     Lo cierto es que hay estudios que demuestran una clara relación entre ser bilingüe y las probabilidades de desarrollar esta enfermedad. En realidad, más bien, de desarrollar la demencia derivada de la propia enfermedad (para más información, Aquí). Pero al final como todo se mitifica. ¿Qué está ocurriendo en un cerebro bilingüe que no ocurre en un cerebro normal y corriente?.


El niño Vs el adulto

     Esta claro que los que ya tenemos una edad, vemos bastante difícil el aprender un segundo idioma. Evidentemente, será más difícil cuanto más hayamos tardado en tener contacto con él. Pero la gran duda es cuál puede ser el motivo. Los estudios que he podido encontrar solo hacen referencia a que la persona adulta es más rígida en ese sentido. Ya posee una forma de pronunciar su único idioma, y ya posee un vocabulario de ese idioma para designar los objetos, para comunicarse, no necesita unas nuevas. Su cerebro no procesa estos nuevos estímulos (vocabulario y pronunciación extranjera de la misma manera).

       Según un estudio de DR Paul Thomson de la UCLA, las zonas cerebrales desde las que se procesa ese segundo idioma son diferentes en niños y en adultos, siendo en el caso de los niños implicada la "corteza motora profunda". Esta zona se asocia con un repertorio de actividades más mecánicas como lavarse los dientes, por ejemplo. Esta sería una explicación de por qué motivo ese segundo idioma parece más fácil de adquirir para los niños.

     Eso evidentemente nos lleva a combatir algunos de los mitos sobre los niños bilingües que yo no voy a  entrar a describir porque ya hay gente que lo ha hecho mejor de lo que yo lo haría (Aquí). Si quiero decir, que por lo que parece, esa idea de que el niño se lía más por tener dos idiomas, no es del todo correcta, y que al menos su capacidad de discriminar entre dos idiomas es más temprana de lo que yo me esperaba.

     ¿Es entonces esa la única diferencia entre el cerebro bilingüe y no bilingüe?. Evidentemente no, porque no todo el mundo aprende el segundo idioma en la edad infantil (qué repito, es más fácil que de adulto, pero que no debe confundirse con que sea fácil). Hay gente que lo aprende en edad adulta. ¿Son sus cerebro diferentes?¿En que afectará esa diferencia?.



El cerebro flexible

      Como antes decía, el cerebro del adulto es menos flexible para aprender ese idioma  que el del niño. Ya tiene muchos automatismos. Por decirlo de alguna forma, es como si el cerebro decidiera que debe estar muy atento a todo lo que se ve en sus primeros años (pongamos una década), y  que después el entorno difícilmente cambiará y por eso, tiene más facilidad para automatizar. Eso no quiere decir que no pueda aprender cuando se es adulto, pero le costará más integrar algo tan complicado como un segundo idioma. Y aún así, aprenderlo parece tener una ventaja enorme.

       Esto último se puede extraer de las ideas de la doctora Kuhl, de la Universidad de Washington. La idea básica es que existen períodos críticos para el aprendizaje del lenguaje, y que después de ese periodo, la facilidad para aprenderlo, disminuye tremendamente. Y eso se puede ver en la idea de que los cerebros de los bilingües precoces, parecen solo activar un área cerebral, mientras que los tardíos parecen activar dos (siendo una de ellas la misma que la que activan los bilingües precoces). Como si unos lo automatizaran, y otros, por aprenderlo más tarde, lo tuvieran que basar en algo ya automatizado (espero que cierto compañero tome nota de este detalle).

      Pero al final vuelvo a lo mismo, a las diferencias de como se encaja el lenguaje secundario en el cerebro, ya sabidas y ya estudiadas. La afirmación del inicio debe llevar a otro tipo de preguntas. Al margen de ese lenguaje, ¿alguna función cognitiva se ve beneficiada por ser bilingüe? y ¿Cómo podría ese beneficio ayudar a retrasar el lenguaje?.

      Y en este punto tengo que hablar de la Doctora Ellen Bialystok y de lo impresionado que me dejaron los artículos que leí sobre ella. No es que quiera criticar, pero los estudios que trataban de relacionar la longitud de las piernas con padecer alzheimer (longitud de piernas = medida indirecta de estatus socioeconómico derivado del grado de malnutrición infantil) o el tamaño de la cabeza (cabezas más grandes, más reserva cerebral) me habían hecho muy escéptico con las relaciones que se nombraban en la literatura.

      Según sus estudios, las personas bilingues, dentro del envejecimiento normal tardan mas tiempo en presentar síntomas de alzheimer que las personas que son monolingües. Y la explicación es la eficiencia del cerebro. Las personas bilingües tienen dos idiomas, que en muchos casos deben de alternar. El cambio de uno a otro implica entrenar la flexibilidad y el control inhibitorio: "ahora hablo en un idioma y tengo que frenar que por mi boca salgan las palabras que no son de este idioma". Este continúo uso de dos componentes de la función ejecutivo (desde edades tempranas en caso de los niños bilingües) hace más eficiente el cerebro. Hace que cueste menos el ser flexible y el saber inhibir. Y por ello, hace que se necesite mucha más patología a nivel cerebral para que se expresen los síntomas en el día a día.

        Otro de los detalles interesantes, es que esa eficiencia del cerebro no solo se adquiere cuando se es pequeño. Si por ejemplo, una persona decide comenzar a aprender un idioma, a parte de entrenar algunas funciones que son relativamente intuitivas (memoria de nuevos términos, atención prestada a lo que lee...) también entrena esa flexibilidad y ese control inhibitorio (además de que el control inhibitorio es justo uno de los más afectados en el envejecimiento normal) y por tanto, puede lograr una mejora en la eficiencia. La máxima pues, es que nunca es tarde.

        Por eso, decir que ser bilingüe cura el alzheimer es no captar el mensaje real que se pretende transmitir: Las personas que hacen el esfuerzo por aprender un segundo idioma, están dotando a su cerebro de una mayor capacidad para resistir los daños derivados de una enfermedad progresiva, de forma que tardan más en afectar a su vida diaria. Saludos!!

PD: segundo día que superamos las 100 visitas, muchas gracias.


   

     



       

       


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