miércoles, 19 de marzo de 2014

Trabajando una disfasia

- Para mí, mientras que la evaluación es cómo el marco fijo de un cuadro, la estimulación son las pinturas, que podemos combinar como deseemos para lograr un fín -. Y así terminé de responder a las preguntas del primer miembro del tribunal de mi trabajo de fin de master, en la parte clínica del mismo. Estábamos a principios de 2010. Contrario a lo que muchas veces pasa, decidí contar mi opinión sobre la neuropsicología en general, en vez de ceñirme al guión de citas y recitas. Era algo bastante valiente, pues el día anterior un compañero mió había sido vapuleado, criticado y puesto absolutamente en evidencia por uno de los miembros de su tribunal. En esas situaciones se suele ver quién tiene capacidad y quién va a necesitar un enchufe.

- Pues yo no estoy de acuerdo con eso -. Irrumpió una voz desde el fondo. No era nadie del tribunal, tampoco del público (pocos, siempre desperté poco interés en la facultad). No, era mi propio tutor. Evidentemente, improvisar me iba a salir caro - no creo que la evaluación sea tan rígida.

- Bueno, nos ha resumido muy bien el estado del Arte en la cuestión - dijo el miembro del tribunal, girándose hacia mi tutor. Era el momento de callarme y dejar que discutieran entre ellos sus puntos de vista. Con suerte se olvidarían de mi. Y de mi nota. 

       Lo que no se me olvida es que mi director de trabajo de fin de master. La evaluación no es tan rígida (le he dado muchas vueltas a eso en este blog ya), pero de lo que nadie duda es de que la estimulación cognitiva, sus materiales, se pueden crear si se sabe que se quiere estimular. Que realmente es un lienzo donde cada uno puede pintar a su manera. O más actualizadamente, es una diapositiva de powerpoint donde organizar los elementos a nuestro antojo. A imaginar, como dicen en IMANEURO.

La conciencia fonológica

      Cuando formé parte del equipo técnico de la baremación de la Nepsy-II me eché muchas risas con la subprueba de "procesamiento fonológico". En esa prueba había que pedir al paciente que nos dijera por ejemplo "pantalón" sin "pan" o "pato" cambiando el sonido "t" por el sonido "l". Era una prueba de conciencia fonológica. 

      Una dificultad en conciencia fonológica puede pasar desapercibida en la lectura de palabras comunes, pero aflorar en pseudopalabras, puesto que las primeras se han aprendido de forma global, pero las nuevas implican ir sílaba a sílaba. Un ejemplo de ejercicio puede ser este.

Obligamos a leer palabras de forma silábica y encima, a tomar conciencia del número de sílabas de las mismas


Discriminación auditiva

      Nos podemos encontrar dentro de una disfasia un problema de discriminación auditiva. No se trata de que no se oiga, sino que se sabe diferenciar un sonido ambiental de uno verbal, pero no se logran separar o comprender correctamente las unidades del lenguaje. Una dificultad de este tipo tiene importancia en la formación de la conciencia fonólofica, y tendrá influencia en la propia expresión. El trabajo por tanto, debe girar en torno a la discriminación de estos elementos.

En este caso, basta con leerle en voz alta al paciente las palabras. Trabajamos la conciencia fonológica, pero con una participación necesaria de la discriminación auditiva



También podemos grabar los sonidos en Powertpoint para que trabaje el paciente en solitario (por cierto, cuando pulsamos el altavoz, suena "EN" :P )


También podemos leerle en voz alta esta palabra al paciente...

Y preguntarle que animal hemos nobrado (el parecido entre las palabras Loro y Lobo hacen el resto)

Estructuración gramatical

      El siguiente elemento que se puede tener que trabajar es la estructuración gramatical a la hora de expresarse. Como comenté anteriormente, los problemas de comprensión auditiva pueden afectar también a la capacidad de producir lenguaje, por incorcondancias (género y número de los artículos) o  por no percibir las unidades más pequeñas (por ejemplo las preposiciones) y por tanto no incorporarlas al vocabulario entre otras. Por eso, estos son algunos tipos de ejercicios que pueden ser útiles.

Una forma de trabajar con las concordancias género  y número. ¿Cuál va aquí?.



O por ejemplo este ejercicio para trabajar las conjugaciones verbales.

O este otro ejercicio (siempre tomándolo con humor y haciéndolo gracioso).


O construir una frase que este desordenada, lo que implica nuevamente estructurar


Y por supuesto confrontar una frase bien estructurada con otra mal estructurada por vía auditiva, trabajando la estructuración y la discriminación auditiva a la par.

    Como siempre digo, estas son algunas ideas para trabajar algunos aspectos que podemos encontrarnos fastidiados dentro de una disfasia. Algunos resultan más difíciles o más fáciles para según qué paciente, luego hay que ajustar, modificar, añadir  y quitar cosas. Es un proceso continuo de reajuste. Por eso, mi recelo de los programas estructurados y cerrados que se hacen antes de empezar el tratamiento. Todo puede variar. Sea como sea, esta es una de las partes más creativas de esta profesión, lo que para algunos la hace irresistible, y para otros, insufrible (ya que juzgue cada uno). Un saludo!.

PD: Lo he llamado disfasia, pero actualmente se le llama Trastorno específico del Lenguaje (expresivo, comprensivo o mixto). Anoto este hecho, porque hablando con una compañera logopeda me ha dicho que este término no le gusta nada de nada xD.

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