miércoles, 9 de abril de 2014

Ceguera mental

      Mientras que la mayoría de la gente suele tener pánico a exponer en público, yo rara vez me pongo nervioso. Pero eso es ahora, después de muchas charlas y seminarios. Cuando me paré a pensar que podía hacer para no ponerme nervioso (contando con que imaginar desnuda a la gente, no me funciona) pensé en la otra situación que también implica nervios. Que la persona que expone te pregunte. Y el que exponía era yo en aquel momento. Así que, en vez de comenzar a recitar todo lo que había memorizado sobre autismo, decidí preguntar a la sala y dejar un silencio incomodo. De esos que significan "hasta que no diga nada nadie, yo no hablo".


- ¿Qué rasgos son los que definen a un autista? - Pregunté, pues. Debía ser 2010, una clase de master en cerebro y conducta. Y evidentemente, reinó el silencio. Yo tenía que exponer un artículo de Simon Baron Cohen. Sinceramente, era algo anecdótico, ya que yo no tenía intención alguna de trabajar con niños. Curiosa es la vida. Una compañera levantó la mano.



- Pues una persona autista puede tener dificultades en la comunicación, a nivel social... - dijo. Todo correcto. Durante varios minutos fui sacando los detalles que definían a la persona autista de todos mis compañeros que se animaban a responder, ante la atenta mirada del profesor. Cada vez que levantaba la mano un compañero y decía algo, con más claridad veía lo que Baron Cohen quería transmitir en el artículo. Y llegado el punto, lancé mi pregunta.



- ¿Sólo sabéis decirme cosas malas del autismo? ¿Nadie sabe decirme nada bueno? -. Dije. Las miradas eran de estupefacción. ¿Cómo iba a tener algo bueno el autismo?. Nadie supo decirme, lógicamente. De hecho, yo tampoco lo sabía, pero era lo que Baron Cohen decía. Hay fortalezas en la mente autista que a veces obviamos. 



La ceguera mental


       Es evidente que si hablamos de un trastorno, lo normal es comenzar a definir sus parámetros negativos. Es lo que define un trastorno. Y es más o menos por donde voy a empezar a hablar, siempre siguiendo el hilo de Baron-Cohen. Los seres humanos, y muchos animales, poseen lo que se conoce como una teoría de la mente (cuando oí este término por primera vez me decepcioné, porque pensé que sería una explicación de porque tenemos mente... ya os contaré en otro post a que se "debe" la mente). Esta teoría de la mente hace referencia a la atribución de estados mentales a otros seres. Al hecho de considerar que tienen una mente diferente de la nuestra, luego habrá cosas que nosotros sepamos que ellos no saben y al revés. Podremos predecir y podremos engañar.

Un ejemplo de tarea que necesita de teoría de la mente para disociar lo que nosotros sabemos de lo que saben las protagonistas de la historia. 

        La teoría con los autístas es bastante clara. Tienen un problema en la lectura de la mente de los demás, o lo que se llama "ceguera mental". Seguramente por eso es por lo que viven en su mundo y no perciben las subjetividades de los demás, luego no les es necesario comunicarse tampoco (lo que ellos piensan o saben consideran que todo el mundo lo piensa o sabe, por ejemplo). Según Barón-Cohen, hay varios mecanismos innatos que ayudan al desarrollo de la lectura de mentes (que vienen predefinidos, que no dejan su aparición al azar) y uno de ellos es esa teoría. Al margen, define 3 más:

Detector de dirección de mirada: Orientación innata hacía los rostros de las personas, sus ojos y hacía donde miran esos ojos.

Detector de intencionalidad: Algo así como la capacidad de interpretar los movimientos animados como dirigidos hacia un fin.

Mecanismo de atención compartida: La idea de que el niño comprueba de forma reiterada si los demás sujetos prestan atención al mismo suceso que él.

Y por último, la ya mencionada teoría de la mente, es capacidad para inferir creencias y estados mentales en los demás.

Según Baron Cohen, todos estos mecanismos estarían fallando en la persona autista. Pero... ¿es todo cuestión déficits?.

Empatía y sistematización.

       Si pensamos en todos los mecanismos antes descritos, se nos viene a la cabeza el termino Empatía. Ese termino que se refiere al ponerse en le lugar del otro. Claramente es díficil ponerse en el lugar de otro (sentir como se siente en cierto modo) si no somos cabezas de valorar la intencionalidad, o simplemente de mirar a la cara de la persona. Esta claro que cuando hablamos de ceguera mental, por tanto, parece que deberíamos tener un problema en lo referente a la empatía (¿Cómo voy a empatizar con otros si no considero que haya nada más allá de mis propios estados mentales?).

         Y es en este punto donde Baron Cohen traza un continúo. Haciendo un inciso, diré que yo soy un fanático de la idea de los continuos, de la idea de un equilibrio entre dos polos opuestos. Tan fanático como lo es el cuerpo con su Homeostasis. Lo fácil es siempre estar polarizado (en un extremo u otro) y lo difícil es mantener un equilibrio. Ya lo decía Aristóteles: "en el término medio esta la virtud.

         Y Baron Cohen traza un continuo con la empatía en un extremo y la sistematización en otro. Además, identifica este tipo de patrón con un cerebro más femenino (empático) y más de corte másculino (sistematizador). No voy a entrar en guerras de Sexo (género, identidad sexual...). Simplemente define diferentes funcionamientos cerebrales relacionados con el sexo, pero con la idea de que cerebros de hombres pueden tener un funcionamiento más femenino y viceversa. Y por supuesto, para los autistas, el cerebro estaría en el polo menos empático y más sistematizador. Un cerebro más masculino. ¿Como sostenemos esta tesis sin hablar nuevamente de Baron Cohen?. Pues mirando otros ejemplos. Y como siempre, me tiro hacia Oliver Sacks.

Sistematizar es un ejemplo de como encajar todas las piezas que se nos presentan. Algo no al alcance de todos, a los que le sobran piezas y deciden ignorarlas en pos de darle una coherencia su vida (y a su ignorancia)

         Oliver Sacks nos cuenta el caso de dos gemelos autistas en el capítulo 23 de "el hombre que confundió a su mujer con un sombrero". Ambos institucionalizados. Ambos con una memoria impresionante, y supongo que, una capacidad de sistematización tremenda. Capaces de decirte que día de la semana será el 8 de abril del año 42100 si se lo preguntas, sin error. Capaces de repetirte un número de 3 cifras (tú mismo también puedes, o de 300 cifras (dudo que tú puedas) y sin embargo, incapaces casi de hacer una resta y una suma normales y corrientes. Su cerebro ha sistematizado ciertas cosas. De forma prodigiosa. ¿A qué se debía?.. no lo sé, pero cuando en consulta, se cayó una caja de cerillas y ambos dijeron 111 a la ves, y resultó que en la caja había 111 cerillas (37 x 3 dijeron, tenían una capacidad tremenda de trabajo con los números primos)... todo el mundo se quedó estupefacto. Es sólo un ejemplo. Sin empatía por los demás, su capacidad de sistematización era tremenda. Y eso nos lleva al tecer punto de este discurso. Las fortalezas.

Fortalezas de la sistematización

          No hay que entrar mucho a discutir, pues se desprende de la idea anterior. Al parecer si nos vemos dentro de un continuo, los extremos serán poco efectivos (una persona excesivamente empática estaría todo el día llorando, por poner un ejemplo, solo con ver el telediario), y una persona tremendamente análitica, desprovista de esta teoría de la mente, sería difícilmente integrable en sociedad. Sin embargo las personas que no se encuentran tan polarizadas, pero que tienden a tener una mente más sistemática podrían beneficiarse de esa cualidad. Al menos, así lo diferencia Baron Cohen como se ven en la siguiente imagen.

Tal cual describe Baron Cohen en ese artículo las triadas de déficits y fortalezas.

           Simplemente, hablamos de un trastorno en el cual, pueden existir diferentes virtudes que pueden trabajarse para compensar otro tipo de dificultades, Muy posiblemente esté relacionado con el famoso TGD de alto funcionamiento, donde hay signos de esas dificultades en teoría de la mente, pero a la vez un desempeño muy grande (generalmente a nivel escolar). Tenemos personas con "pequeñas parcelas de habilidad" no en vano, se dice (rumorea y demás) que por ejemplo Mozart, presentaba un comportamiento muy definido como el "prototipo austista". Sí, me recuerda la idea que planteaba Howard Gardner de como Mozart "veía sus composiciones" completas, con sus subidas y bajadas, con todo... en su propia cabeza. Es algo a lo que hice referencia en creatividad y locura (un post de los inicios de este blog)

               Por otro lado, esa idea de las obsesiones con los sistemas, donde ver a esos gemelos capaces de decir componsiones y composiones de número primos. El señor Tesla o Bill Gates se rumorean que comparten algunos de esos déficits achabales a los autistas, pero también esa obsesion con lo sistemático.

           Desde luego, la conducta repetitiva es el colofón de una mente más sistematizadora, pero que parece ser el trampolín para llegar a cotas de ejecución superiores a otras personas. Por el momento nadie sabe decir si el caracter retraído y antisocial de algunos genios es debido a rasgos de falta de empatía, o consecuencia de su propia genialidad. Sea como sea, contemplar un trastorno como el autismo desde una perspectiva donde tal vez, existan una serie de "fortalezas", siempre puede considerarse como un punto de esperanza a la hora de contemplar a esos niños que parecen no querer saber nada del mundo que les rodea. Un saludo.


PD: No es que este ni más ni menos de acuerdo con esta teoría. Solo es que me parece interesante, y en cierto modo bonita, en una sociedad donde nos matamos por reconducir a aquellas ovejas que se alejan de la normalidad de forma negativa sin observar que puntos positivos tienen. Pero esta claro que dentro del autismo, no todo el mundo encaja dentro de esta tipología.

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