miércoles, 8 de noviembre de 2017

¿Para qué una tesis doctoral?

Días antes de presentar mi tesis doctoral, yo estaba emocionado. No estaba nervioso, porque tenía claro el objeto de las tesis doctorales. Para que sirven y por qué se hacen. Y sabía que ya hacía tiempo que había cumplido el objetivo. La defensa era solo un trámite. "La fiesta de la investigación", me dijeron que era. Pasada la "gran fiesta", vi un tweet que me llamó mucho la atención:

- Nadie debería hacer ni presentar una tesis doctoral antes, al menos, de los 45 años. ¿Qué tendrá que contar antes que sea relevante?. Nada...-

Al analizarlo fríamente, de primeras me dije: "pues es cierto". Pero luego me acordé de John Forbes Nash (se doctoró a los 21 años), o de Burrhus Frederic Skinner (se doctoró sobre los 28 años, con una frase mítica a su tribunal: "ustedes no están capacitados para juzgar mi trabajo"), personas que aportaron bastante a su disciplina. Eran jóvenes, pero aportaban. mucho. Sin embargo, las personas que he citado, se doctoraron hace cerca de 70 años. Eran otros tiempos. Era otra forma de hacer tesis

En 2008 se publicaron en españa 7830 tesis doctorales. En 2015 se presentaron 14694, y la cosa sigue subiendo. Un aumento considerable que puede hacer cuestionar la idoneidad de las mismas. ¿Nos hemos vuelto investigadores impresionantemente eficientes en los últimos años?¿O cualquiera puede ser hoy en día doctor con un poco de esfuerzo?. Y realmente, ahí está la base de este post. ¿Que se persigue con una tesis doctoral?. Y seguramente, esto terminará desvariando hacia otro tema.

Construir conocimiento

Podemos caer en la simpleza de pensar que una tesis doctoral tiene que suponer un giro copernicano. Es decir, debe provocar un cambio rotundo de paradigma. Pero es evidente que no. Una tesis doctoral, lo que hace es, a groso modo, lo mismo que un artículo (o lo que un artículo debería de hacer, que eso ya es otro cantar) de una revista científica: aportar algo en su campo de investigación.

Para mi, el sistema actual de ciencia es un diálogo entre investigadores (o grupos de investigación). Pero no es el mismo diálogo que podemos tener en una barra de un bar, donde uno puede dar su opinión y sostenerla hasta el infinito le digan lo que le digan. Es un diálogo donde se debe seguir un sistema equivalente para que lo que se diga, se considere como válido. Es evidente que tiene fallos, es evidente que depende de editores (más de lo que debería) y de revisores que pueden preferir imponer su punto de vista antes que admitir que un resultado lo contradice. Pero es un dialogo. Un diálogo en el cual cada frase esta medida.

Una tesis doctoral, forma parte de este dialogo, sobre un tema. Tal vez la importancia de está radica en que se trata de "la primera frase" que uno le dice a la comunidad científica, y por tanto requiere una revisión especial. Similar a esta imagen que para mi ilustra mucho cual el objetivo de investigar.

En el primer círculo vas adquiriendo conocimientos sobre un área dentro del conocimiento humano. Tu tesis doctoral es ese pequeño puntito, ese granito de arena, que añades al conocimiento sobre una materia. Tan poco y tanto a la vez.


La diferencia entre un artículo y una tesis, para mi de nuevo, es que mientras que el artículo debe ser sintético, la tesis doctoral debe demostrar que la persona que la presenta, puede y debe investigar. Desde esta perspectiva, no tendría mucho sentido que las tesis debieran presentarse pasada cierta edad. Con ese tipo de perspectiva, no se trata de "tu cumbre", sino del "inicio de la escalada". ¿Pero es esto lo que se evalúa? ¿Qué es realmente lo que se evalúa realmente?. Desde mi punto de vista, lo que se tiene que tener en cuenta para valorar está recogido casi en cada uno de los apartados, que para eso están. Vamos a verlo (Como ya dije, la cosa se va a torcer).


Introducción teórica


La introducción teórica se ve siempre como un castigo. ¿Tanto tengo que leer para investigar?. Ahora me piden que actualice la bibliografía, será posible... pero realmente tiene un propósito, aunque muchas veces cuando se es alumno de doctorado no se sepa.

Leer y leer cientos de artículos, o en otras disciplinas, meterse en bibliotecas antiguas a buscar las fuentes. Suena a apasionante, pero es necesario, o podemos estar haciendo una tesis que no sirva de mucho.

Una introducción teórica es un "State of the art", es un resumen de como está la situación en cierta área. Y es importante porque es el punto de partida. Uno podría hoy coger una manzana y formular tranquilamente las leyes de la gravedad, como en su día hizo Newton, pero el problema es que eso ya se sabe. No aporta nada. Por tanto, para poder aportar, hay que saber cual es el límite de ese círculo de conocimiento. Podríamos perder tiempo en demostrar cosas que están demostradas simplemente porque nosotros no las conocemos

En la investigación, en los artículos comunes, no se piden 400 folios como introducción, sino algo breve, porque se espera capacidad de síntesis, se considera un conocimiento implícito. Pero el aspirante a doctor debe demostrar que lo sabe todo. Que conoce el tema completamente. Y eso solo lo puede hacer alguien que tenga realmente cierto interés por el tema (Cuando te interesa un tema lo quieres saber todo de él. Cuando te interesa una persona, también). Alguien que ame lo que estudia. Por eso, ver quejarse a un doctorando de todo lo que tiene que leer me hace pensar que su objetivo es el título, no el conocimiento. No es difícil ver el símil con nuestra metáfora del diálogo: Cuando alguien entra en un diálogo sin tener toda la información, suele equivocarse. Ahora lo llaman diálogos de cuñados, creo.


Tal vez este sea el primer problema: Una tesis no es un trabajito en el que basta con rellenar hojas de teorías y teorías. Hay que rastrear todo lo que se sabe, estar actualizado por si algo puede aportar o contradecir nuestro punto de vista, y leer mucho. Pero se tiende a confundir "peso" con "calidad". A veces una buena síntesis e hilo argumental trenzado demuestra el real conocimiento del tema. Lograr contar una historia.

En este punto, lo que demuestra un doctorado es que domina la materia en la que quiere investigar. Y que sabe cómo obtener la información necesaria para investigar cualquier tema y generar una pregunta relevante a la que responder. Ese sería el final de ese "cuello de botella" que es la introducción, llegar al punto de "¿Nadie tiene respuesta para esto? ¿la respuesta que hay contradictoria?. Pues voy a deciros lo que yo he encontrado".

Hipótesis

¿Por qué una hipótesis?. Siempre todo parece llegar al punto en el que uno debe plantearse una suposición que va a querer comprobar, y es una suposición que viene directamente dada de la introducción teórica. Es decir, tiene que estar hilado. Se comete el error a veces de empezar a meter apartados dentro de una introducción y luego carecen de importancia. Se comete el error a veces de generar hipótesis que nada de sustento tienen en la introducción.

El objetivo a fin de cuentas de generar está hipótesis es delimitar que quiero comprobar, porque resulta muy fácil perderse entre tantos artículos, tantas informaciones y que teniendo claro que quiero estudiar ("quiero estudiar la reserva cognitiva"), no termine de quedar claro qué quiero aportar ("quiero confirmar que las actividades cognitivas estimulantes ayudan a una mejor cognición en mayores"). Creo que de nuevo es otra demostración importante de conocimiento, si sabes del tema lo que tienes que saber, sabes que hipótesis debes plantear.

Se dice que los niños pequeños son pequeños científicos que van planteado hipótesis en su día a día... y tratando de comprobarlas sin pensar las consecuencias. Supongo que también eso pasa con los doctorandos, las quieren plantear y resolver y  no piensan que la consecuencia es hacer una tesis...

Pero a veces cuando ves a alguien haciendo una tesis, ves que tiene un ejército de hipótesis a confirmar, pareciendo un poco que pierde realmente el hilo de lo que está haciendo. Eso sin contar la idea de las hipótesis generadas "ad hoc", es decir, no iba a estudiar cierta cosa, pero me sale y añado una hipótesis al estudio. Sin embargo, si esa hipótesis cuadra con la introducción... ¿qué problema hay?. Supongo que esa concepción romántica de que las investigaciones tienen unos pasos secuenciales que se deben dar en un orden y ya está. Pero para mi, hasta cierto punto, las hipótesis y los análisis posteriores se retroalimentan, y explicar el proceso sería más interesante que limitarnos a poner hipótesis "ad hoc".

En resumen, comprobar esa hipótesis será nuestra pequeña aportación al diálogo que mantiene la comunidad científica, pero para ello, debemos comprobarla. Y eso implica una de las partes que menos gusta a los doctorandos con los que me he cruzado. Números.


Metodología y análisis

Para poder dialogar, también necesitamos el mismo idioma. No es lo mismo decir que hemos visto un resultado en una muestra de hombres que de mujeres, o en una muestra de 50 que de 80 personas. La metodología es la base de la fortaleza de nuestro diálogo, pues si no contamos con un método adecuado, aquello que decimos no será fácilmente sostenido en un debate. Podríamos meternos aquí a hablar de los estudios de caso único, los estudios con muestras enormes y demás, pero no me voy a ir por ahí ahora mismo.

Pero tal vez uno de los escollos más grandes es el análisis de datos. Nuestra forma de concebir la ciencia, sabiendo que todos tenemos un pensamiento subjetivo, que implica interpretar de manera diferente un "mismo" fenómeno obliga a buscar un punto de objetividad. Y por eso se cuantifican las cosas. Por eso se matematizan. Tal vez el problema sea que operativizar al ser humano es un poquito (solo un poquito...) complicado, pero tampoco me voy a ir por ahí ahora mismo

La pesadilla de muchos estudiantes de doctorado. Los números y los datos. En realidad, si se tuvieran nociones adecuadas sobre como funciona el análisis estadístico, la comprensión de lo que realmente e ha hecho en una tesis sería infinitamente mayor, y además, eso debería de notarse durante una defensa de tesis, claro está.

Los análisis de datos como herramienta se desconocen casi tanto como se desdeñan. La mayoría de las personas que quieren ser doctores lo hacen sin tener absoluta idea de análisis de datos, con la excusa del "no es mi tema". Una analogía simpática sería decir que dado que mi tesis no va de ortografía, puedo cometer faltas y ya si eso que me las corrija otro. El problema es que a veces el método encaja con la hipótesis, pero no se tiene en cuenta como analizar los datos, y claro, eso puede dar lugar a que comprobar lo que tu querías tuviera que hacerse de otra forma.

A fin de cuentas, lo que debe demostrar un doctorando en este punto es que sabe como diseñar una investigación y sabe, como operativizar todo para que el diálogo se haga en los mismos términos. El alumno que no sabe de estadística, que no sabe como se analizan los datos, se convierte un poco en aquel que trata de explicar que un coche anda, sin abrir el capó. Esa persona, como tal, no sería un investigador... digamoslo así, independiente. ¿Por que?. Por qué solo sabe algo referente a un <.05, pero no sabe lo que significa eso. Este es un punto complicado, porque parece que obtener un <.05 objetiva cualquier idea por absurda que sea.

En este punto discrepo con mucha gente, pero quien no sabe analizar unos datos, o entiende como hacerlo al menos, no me parece una persona que se pueda llamar investigador como tal. Ni en los tribunales se valora lo suficiente, ni se intenta confirmar que el alumno entiende esos análisis o si quiera, si los ha hecho el mismo. A mi precisamente me parece un criterio muy importante, porque como decía antes, la metodología es el filtro que nos permite considerar que hablamos con el mismo nivel de "veracidad". Supongo que en esto si me voy a meter, en el último punto del post.

La Discusión

El último punto que debe demostrar una persona que quiere ser doctor en un tema, es que puede añadir ese punto de conocimiento que aporta su trabajo al discurso general que mantiene la comunidad científica. Es decir, sabe del tema (introducción), sabe lo que quiere demostrar (hipótesis) y sabe cómo (metodología y análisis). Y aquí, debe confrontar la información que aporta sus tesis con las informaciones que existen y explicar los motivos por los que sus resultados son unos y no otros dejando entreabiertas futuras lineas de investigación.

No se trata de soltar de nuevo todo el rollo, sino de ir diciendo con quien nuestro estudio está de acuerdo y con quien no, y no dedicarme a bombardear a los que obtienen resultados diferentes a los mios, sino más bien, entender por qué ocurre eso y buscar puntos de compatibilidad. No hemos de olvidar que estudiamos "la realidad" y por muy diferente que sea el punto de vista, nadie puede estar tan errado como para no tener un puntito de unión con otros puntos de vista. O al menos eso creo.

Y bueno, llego yo a la discusión de este post. Si bien el motivo inicial era explicar para qué sirve una tesis doctoral, inevitablemente eso me lleva a un punto que levanta muchas ampollas cuando se saca: La valoración de la propia tesis. ¿Qué se valora y quien lo valora?.

Una espiral endogámica

En primer lugar, nosotros tenemos un director de tesis. Persona que ya es doctor y que por extensión, se considera que está preparado para dirigir una tesis por el hecho de serlo. Primer punto en el que discrepo (y me preparo para el aluvión egocéntrico de críticas). El hecho de que uno tenga el título de doctor no asegura que esa persona sepa dirigir correctamente a un alumno en la realización de su tesis, ya que ello requiere cualidades que no son valoradas para la consecución de ese título. De hecho, es curioso también que el título de doctor sea una de las llaves de entrada a las plazas universitarias cuando realmente para su consecución no se necesitan unas cualidades específicas de docencia. Es decir, se sobreentiende un conocimiento importante por el hecho de ser doctor pero no necesariamente que se sepa transmitir (en un artículo sí, pero hay más cosas...). Por tanto, se puede decir que hay casi tantas formas de dirigir una tesis como doctores existen. Una curiosa forma de abordar la consecución de una titulación que, se supone, certifica que la persona está cualificada para entrar en un mundo con una reglas muy definidas (nada más que hay que mirar las normas de redacción de manuscritos), con una dirección totalmente anárquica en cuanto a formas, es como poco raro. Un cursillo que preparara a doctores para la dirección de tesis lo mismo ahorraba muchos problemas que vemos con frecuencia en los doctorandos.

Ya se sabe que hay un camino largo y duro para llegar al título de doctor, eso es lo que lo hace grande. Si la valoración del resultado es solo el hecho de haber sobrevivido al camino, algo se está haciendo mal.

Al margen de este detalle que me va a granjear el cariño de todo doctor que lean este post, el siguiente es el tribunal. No voy a entrar a valorar la configuración del mismo, pero si el detalle de que nuevamente, ser doctor con cierta experiencia en investigación es la base para formar parte de dicho tribunal. En este caso puede tener bastante más sentido, ya que a fin de cuenta lo que se valora es una investigación. Pero el problema que tenemos aquí es la unidad de criterios. Es decir, ¿todos se van a fijar en lo mismo para decidir que una tesis es válida o debe recibir una nota concreta? (aquí más de uno empieza a descojonarse porque ya anticipa el "total, todas son Cum Laude al final").

En este punto tenemos un problema, y es que tal vez no todos consideren que un doctor debe tener las mismas características, algunos se fijaran más en la viabilidad del trabajo que en la propia persona, otros en las cualidades de la persona que muestren que es alguien con capacidad investigadora, otros en todo. Es decir, una de las cosas que provoca la incertidumbre de todo doctorando en su defensa: No tiene ni idea de que van a mirar. O sea, que es cuestión de tener suerte. Está genial que a estos niveles de evaluación y de importancia, el factor suerte juegue un papel tan importante.

Pero esto ni siquiera es la punta del problema. La falta de criterios, o que los criterios sean también totalmente variables de uno doctor a otro conlleva un problemilla interesante y unos datos avergozantes: La Barra libre de cum Laude.


La barra libre de cum laude

El tema es cuestionable por dos motivos: El primero de ellos, al observar que más o menos un 90% de las tesis doctorales son Cum Laude, la máxima nota posible. El hecho de que todo el mundo obtenga la nota máxima es una clara devaluación de la misma. Y se puede achacar un poco a esa falta de criterio de la que hablaba anteriormente. También se dice, en cierto modo, que sería una ofensa para el propio director de la tesis que no fuera de otra manera. En resumen, pese a que el voto es secreto y se necesitan los 5 votos de los miembros del tribunal, lo cierto es que hay tendencia a poner Cum Laude a todas las tesis. Pareciera casi que ser investigador científico es fácil, por lo que también se devaluaría en cierto modo nuestra propia disciplina.

El segundo problema viene para los que no son Cum Laude. El agravio que supone el verse con un 90% de las notas por encima es equivalente a sentirse suspendido. Y sobretodo, vistos estos criterios, a sentirse suspendido sin saber el motivo que hay detrás. Además, a poder observar como tesis de clara calidad inferior a la suya si obtienen esa máxima nota con total tranquilidad. Curioso es pues, que un título que certifica que alguien puede ser investigador con garantías, empleando el método científico, se salte el mismo a la torera a la hora de evaluar, ya que eso de la replicabilidad (va a depender de si te toca un tribunal puñetero o no, o si tiene el día) está más que eliminado con este sistema. Sería necesario para esto definir realmente las cualidades a valorar tanto de la tesis como del doctorando, así como entender el contexto de la propia investigación (que no va a ser igual para un FPI que para uno que carece de beca, y que con todos mis respetos, también se debería tener en cuenta).

Esta foto es más o menos un resumen de lo que soñé yo la noche antes de presentar mi tesis. Realmente no estaba nervioso, lo tenía todo dominado, lo entendía todo tan bien que precisamente por eso no entiendo a día de hoy ciertas cosas XD.


Dicho esto, y terminando por cerrar la espiral endogámica, el problema de esto, es que nuevamente, todos son doctores (y casi todos con máxima nota), y todos podrán, sin unidad de criterios, ser parte de tribunales en un futuro, y ser directores de tesis sin la formación adecuada (si ya me cuesta creer que se valore en condiciones un trabajo, más me cuesta que se valore esa capacidad docente que mencionaba antes) y eso hace que ser doctor, pese a ser una de las distinciones más difíciles de alcanzar, termine por parecer otro trámite en un país más obsesionado por los títulos que por la persona que está detrás.

PD: Ser doctor debería significar algo más que tener un título y hacer una investigación, creo yo. Si solo es esto, podéis darme cera en los comentarios.

PD2: existe también la opción de presentar la tesis por artículos, que funciona de otra manera, claro está. Aún así, seguiríamos con ciertos problemas a la hora de establecer criterios para valorar las cualidades del doctorando y de su trabajo.

PD3: Entiéndase que, hay excelentes doctores con muchas capacidades. Lo que fastidia, es que los hay que no.

PD4: Estos son los criterios que yo le veo, muy centrado en el trabajo en sí, pero habría también que ver las cualidades que debe tener la persona, en forma de expresión y transmisión que se observan generalmente en la defensa. Pero se ve que en España nadie tiene problemas de expresión en público, visto el manso de Cum Laude que se dan...

PD5: Y puede parecer que no pongo el foco nada más que sobre la Universidad. Los alumnos también son otra historia. Hay personas realmente que no están capacitadas para obtener el título, pero parece que acabar la tesis es sinónimo de que uno si vale, y que se quedan por el camino los que no. A veces se quedan por el camino personas que no tienen beca aunque tengan capacidad.






1 comentario:

Diripar dijo...

Gracias, excelente post.